Hace algunos días, la comunidad científica y tecnológica de México presenció la firma de un convenio para crear una Supercomputadora Nacional, que en realidad es mucho más que un acuerdo; es la declaración de una ambición a la innovación para convertir a México en una potencia científica y tecnológica a nivel global.
En este proyecto no solo se trata de tener una máquina grande y rápida; se trata de construir una infraestructura de alto rendimiento actuando como el cerebro de la próxima generación de investigación científica que a su vez impulsara el desarrollo del país.
Su funcionamiento es fácil, imagina un motor que procesa billones de operaciones por segundo y se dedica a resolver los desafíos más complejos de la actualidad. En pocas palabras esto redefinirá el futuro tecnológico sobre todo para las ciencias.
La Supercomputadora Miztli y el Futuro del Cómputo en México
México ha sido un actor clave en el campo de la computación de alto rendimiento (HPC) en América Latina. El principal exponente de este avance es Miztli, la supercomputadora residente en el Laboratorio Nacional de Cómputo de Alto Rendimiento (LANCAR), ubicado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Miztli: El Cerebro de Alto Rendimiento de la UNAM
Miztli, cuyo nombre proviene de la palabra náhuatl para “Puma”, ha servido como la herramienta central para miles de proyectos de investigación en el país desde su implementación.
Actualmente se encuentra en las instalaciones de la UNAM, y es administrada por la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC). Esta máquina a tenido un gran impacto al momento de realizar simulaciones complejas y proyectos con Inteligencia Artificial y Big Data.
Su objetivo principal es proporcionar infraestructura a la comunidad científica nacional, permitiendo el desarrollo de investigación que de otra forma sería inviable o tomaría demasiado tiempo en equipos convencionales.
El Próximo Salto Cuántico: La Supercomputadora Coatlicue
El futuro de México en cuanto a tecnología se refiere, apunta a un crecimiento exponencial con el anuncio del proyecto de la nueva Supercomputadora Nacional, tentativamente nombrada Coatlicue (por la diosa mexica de la fertilidad y la vida). Este proyecto busca reemplazar y superar con creces las capacidades de la Miztli.
El proyecto de Coatlicue será un esfuerzo conjunto donde la UNAM tendrá un papel fundamental como institución líder en el desarrollo e implementación del nuevo sistema, en colaboración con el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT).
Se espera que Coatlicue sea una máquina de nueva generación con una capacidad de procesamiento significativamente superior a la actual, poniendo a México a la vanguardia en el cómputo de alto rendimiento a nivel regional e internacional (CONAHCYT, 2024).
La construcción de esta nueva supercomputadora es vista como una inversión estratégica para fortalecer la soberanía tecnológica del país, al reducir la dependencia de infraestructuras extranjeras para proyectos científicos y de innovación crítica (UNAM, 2024).
El verdadero valor de esta Supercomputadora Nacional
Anteriormente, muchos de los investigadores mexicanos se vieron obligados a buscar este tipo de tecnología en el extranjero, lo cual limitaba la velocidad en que creaban sus proyectos. La Supercomputadora Nacional cambiará radicalmente el tiempo y la precisión de las investigaciones
Los beneficios que tendrán algunas áreas científicas son:
- Farmacología y Medicina Personalizada: Simular la interacción de miles de compuestos en el cuerpo humano para acelerar la creación de nuevos fármacos o incluso diseñar tratamientos genéticos.
- Astrofísica y Cosmología: Procesar las inmensas cantidades de datos generados por telescopios, permitiendo a los científicos mexicanos hacer descubrimientos sobre el universo.
- Ingeniería Avanzada: Optimizar el diseño de materiales, aeronaves o estructuras con simulaciones de dinámica de fluidos y resistencia, reduciendo costos y tiempo de desarrollo.
Como señaló un reciente artículo de la UNAM sobre la necesidad de esta infraestructura, la capacidad de cómputo es el “laboratorio” del siglo XXI. Sin ella, la investigación se queda estancada o su proceso se vuelve lento. Con ella, se abre un horizonte de posibilidades que solo imaginábamos.
Su valor se puede definir en la habilidad de dirigir Grandes Datos (Big Data) y potencializar las aplicaciones avanzadas con Inteligencia Artificial, el manejo de estos datos no es una tarea que se pueda desarrollar en computadoras de escritorio. Requiere una infraestructura robusta y paralela, justo lo que ofrece la Supercomputadora Nacional.
Un Socio Estratégico para las Corporaciones Mexicanas
El área que tendría un gran impacto con esta tecnología son los servicios de Administración, el análisis de datos es una tarea de gran escala para Big Data. Las empresas corporativas de México obtendrán un socio tecnológico de incalculable valor, permitiéndoles competir en el mercado global.
Tradicionalmente, solo las transnacionales o los gigantes tecnológicos pueden costear el tiempo en supercomputadoras privadas. Con la infraestructura nacional, se abre la puerta a la simplificación de trabajos como la simulación de prototipos virtuales impulsado con IA, es decir en lugar de construir y probar prototipos físicos (costosos y lentos) las empresas pueden simular miles de escenarios probables de forma digital, por ejemplo dar un puesto de jefe a una persona que se desempeña bien en el trabajo pero no cumple con los estándares necesarios podría generar perdidas costosas, con las simulaciones digitales se puede saber como se desarrolla la persona en el puesto y el crecimiento relativo que podría tener la empresa con esta decisión.
Un reporte de la CONACYT sobre la transferencia tecnológica resalta que: “El acceso compartido a recursos de infraestructura de alto rendimiento (HPC) democratiza la innovación, permitiendo que las PYMES con ideas brillantes, pero capital limitado, puedan probar y escalar sus soluciones más rápidamente.”
Innovación Tecnología en México
La Supercomputadora Nacional será un pilar para el futuro tecnológico en México. Al tener esta capacidad de cómputo en el país, aseguramos una investigación más clara con datos críticos que permanecen bajo el control del mismo país.
Este convenio marca un antes y un después para el futuro tecnológico de México. Se espera que este proyecto no solo atraiga a los mejores científicos mexicanos que realizan sus investigaciones en el extranjero por falta de esta tecnología, sino que también forme a la próxima generación de ingenieros en HPC, IA y Big Data.
También este tipo de innovación nos recuerda que uno de los pilares potenciales de un país en el siglo XXI, además de los recursos naturales que ofrece, es la capacidad para procesar información y transformar los datos en conocimiento útil y valor económico.
Finalmente, es importante mencionar que para la utilización de sistemas operativos se requiere un centro de cómputo de gran magnitud más que solo una máquina física, se necesita de un soporte de software especializado y en constante innovación para aceptar desafíos como estos donde su infra estructura tenga una nube independiente para asegurar la protección de datos de una empresa que maneja cientos de empleados e información sensible.
Fuentes
- UNAM. (2024). La UNAM será sede de la nueva supercomputadora nacional.
- CONAHCYT. (2024). Inversión en Cómputo de Alto Rendimiento para el Impulso Científico Nacional.
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